15 de septiembre de 2023

Cuidado con los "GASTOS HORMIGA"

En la planificación de gastos no solemos tener en cuenta los gastos más pequeños, pero fijos, del día a día.

Estamos en plena "cuesta de septiembre" y todos intentamos reducir los gastos. Sin embargo, en ocasiones no tenemos en cuenta los gastos más pequeños, pero fijos, del día a día y solo nos acordamos de los grandes: hipotecas, facturas telefónicas, de electricidad o gas, academias de idiomas, etc. Sin embargo, el café diario, el tabaco, la cerveza de media mañana o la salida del fin de semana también suman. Por eso hay que planificar cómo intentar reducir estos gastos.

El no tener en cuenta esta serie de microgastos, puede ser muy perjudicial para la economía familiar. Forman parte del grupo denominado como gastos hormiga, conocidos así por la aparente insignificancia de su coste. Se trata de pagos evitables y reiterados que se realizan de manera casi inconsciente  y  espontánea, por lo que te dan la impresión de no afectar a nuestras finanzas personales, pero que pueden llegar a ser una amenza real para las  economías familiares. 

¿Me prestas 1.000 euros?

Ejemplos de estos gastos que realizamos con relativa frecuencia son comer en restaurantes o pedir comida a domicilio, ir a una cafetería a tomar un café o una cerveza, comprar dulces, golosinas o patatas en la máquina de vending del trabajo o adquirir cualquier artículo eninnecesario por internet. 

Si por ejemplo te tomas dos cafés al día a 1,5 euros son 90 euros al mes, que por doce meses son más de 1.000 euros al año simplemente en cafés.

También vampiros y fantasmas

Los gastos "fantasma" son aquellos en los que incurrimos sin darnos cuenta y terminan afectando el presupuesto, como las suscripciones a servicios de "'streaming"' (en ocasiones servicios muy similares) para ver películas, series o escuchar música , la cuota del gimnasio que a veces no se usa o una tarifa móvil que tiene opciones que realmente no necesitamos, entre otros.

Por su parte, los gastos "vampiro" son aquellos no se pueden detectar fácilmente porque no están considerados en el presupuesto, pero tienen un impacto en el gasto global, como los relacionados a fugas de agua, gas, mal uso de electrodomésticos, fugas de energía por un mal aislamiento o problemas con las instalaciones de luz.

Qué podemos hacer para intentar reducirlos.

  1. Es conveniente ir anotando en una lista los gastos "hormiga" que vamos realizando y, al cabo de un mes, sumarlos para ser conscientes de por donde se nos escapan los euros de los bolsillos. 
  2. Una vez que se conoce la cuantía de estos gastos, hay que establecer un presupuesto para los mismos. Una cantidad fija, ya sea diaria, semanal o mensual, que no hay que sobrepasar.  
  3. La planificación es un requisito esencial para evitar este tipo de gastos. Hacer una lista de lo que realmente necesitamos ayuda a no caer en tentaciones y comprar caprichos, sobre todo a la hora de ir al supermercado o comprar por internet. 
  4. Se pueden buscar opciones más económicas (o gratuitas) que nos pueden dar un resultado similar. Si cada día, por ejemplo, compramos la botella de agua en la maquina del trabajo, podemos optar por adquirir esa misma botella en el supermercado o llevar nuestro propio envase y beber el agua del grifo. 
  5. Intentar no comprar de forma compulsiva. No compres por comprar. Muchas veces en "el calentón" del momento pensamos que algo es muy necesario pero, al cabo de los días, nos damos cuenta de que realmente no lo era tanto.